Courtney Love estuvo un rato. Chuck Mosley vocalizó pero se fue. Después de Jim Martin, ese excéntrico guitarrista con riff propio, estuvo el gran Trey Spruance -con quien grabaron el gran e imperdible disco King for a Day, Fool for a Lifetime- y con Dean Menta hicieron el tour posterior pero para no agotar el derrotero de guitarristas fallidos, lo tuvo que reemplazar Jon Hudson hasta finales de 1998 cuando deciden, finalmente, separarse.
Es la única banda que conozco que empezó tocando metal o funk metal, e hizo covers de Black Sabbath, John Barry, Bee Gees, Burt Bacharach, Take That, Dead Kennedys, Al Martino, GG Allin, Portishead, Vanilla Ice, Public Enemy, The Cranberries, Michael Jackson y Violeta Parra, entre otros, y siempre desentonando con las categorías y los lugares comunes de la industria musical y los rótulos de rockstars terminaron tocando en traje y corbata: Faith no more, señoras y señores.
Su esperado tour de regreso en el 2009 se llamó "The Second Coming Tour". Ejem, ejem. Salud.
Si no sabían, ni la conocían, quizás sea mejor que no les cuente que existió una web que contenía la colección más grande de libros académicos y no académicos en formato pdf de alta calidad. Se llamó primero gigapedia.com y después se rebautizó library.nu.Desapareció hace mes y medio por una bendita movida de juicios de una coalición de editoriales en Europa, según nos informa acáen la más que recomendable entrevista que le hace Mariano Blejman a C. Kelty, especialista en el tema.
Libros -que hoy más que nunca- resultan de difícil o imposible acceso para nosotrxs, estaban digitalizados y listos para ser descargados a través de un simple link de servidor. Libros costosos, imposibles de conseguir, libros agotados, ediciones raras, versiones originales, primeras ediciones, etc. La gran parte del archivo de libros estaba en inglés, pero también había una importante parte en otros idiomas y, por supuesto, en español.
Después de lamentar, gritar, quejarnos un mes y medio, estas son las dos opciones que conocemos. Acála más desarrollada http://free-books.us.to / y por este otro lado la más flaquita http://en.bookfi.org/, acá.
Como sabrán, este tipo de emprendimiento se mantiene vivo y desarrolla por un grupo de personas que no sólo baja los libros que les interesa sino sobre todo por aquellxs que colaboran subiendo, contribuyendo con los suyos. Por ende, como muchas cosas en la vida, la pasividad de los usuarios de la web la condena a la debilidad y la participación activa de los usuarios le da una vida y un crecimiento exponencial como lo hizo en su tiempo con Library.nu. Si hay libros para subir, quizás incluso de previas similares webs o de otras fuentes, la idea es justamente colaborar en la construcción colectiva del archivo de las web. En definitiva, es una cuestión de simple reciprocidad.
Finalmente, cabe recordar que mucho tuvo que ver el cierre de Gigapedia con una iniciativa discutida en el Congreso de los Estados Unidos sobre la regulación de Internet en los famosos proyectos PIPA / SOPA. Más abajo un video que comenta y critica esa iniciativa. A pesar que no fue sancionada, esta iniciativa se enmarca en una tendencia política y comercial que se observa en ascenso y que ya tuvo su impacto mediático y concreto en Internet y, como en este caso, consecuencias judiciales en varias webs locales (Taringa/Cuevana) e internacionales (Megaupload).
III Jornadas de Jóvenes Investigadores en Derecho y Ciencias Sociales 2012
Instituto de Investigaciones Jurídicas y Sociales A.L. Gioja.
Facultad de Derecho - Universidad de Buenos Aires. 3 al 5 de octubre de 2012
Comisiones:
- Derecho Constitucional e Instituciones Políticas
- Derechos Humanos y Políticas Públicas
- Derecho y Teoría Política
- Derecho Internancional
- Teoría del Derecho
- Derecho Penal
Fecha límite para envío de resúmenes: 11 de junio
Fecha límite para envío de ponencias: 13 de agosto
Después de unos pocos días de inesperada ausencia volvemos recomendando el post de Gustavo Arballo que tiene un buen resumen y análisis -que comentamos allá y acá- del discurso de apertura de Lorenzetti,acá.El texto de E. Verón, entre otros, nos hizo pensar mucho sobre los discursos y las prácticas.Mientras tanto, en este preciso momento, Urtubey parece tener una rara interpretación del Fallo de la Corte, acá.Interesante conflicto en puerta, lo seguiremos.
Recomiendo además ver atentamente el discurso de Lorenzetti -está pegado en la entrada- y ver cómo está estructurado en diferentes temas centrales para el Derecho Constitucional como Derechos Humanos, Derechos Negativos y Positivos, Civiles y Políticos y Sociales, Rol del Poder Judicial y Gobierno del Poder Judicial, Relación sociedad y Poder Judicial, Equilibrios institucionales, entre otros.Hasta el final puede ser que RL haya leído El Federalista 78 o solamente tenga la idea del ya famoso título del libro de Alexander Bickel.
Coincidimos en mucho y tenemos desacuerdos menores, no tanto con GA sino con lo dicho en el discurso de RL. Previamente, claro, aclarando que efectivamente el discurso fue muy bueno (incluso con mis desacuerdos) y Lorenzetti me parece un tipo muy inteligente para los equilibrios políticos. Esos equilibrios le permiten ser citado por oficialistas y opositores, criticando y no al oficialismo o a la oposición, y a pesar que no puede ser lo "imparcial" que quiere ser, es citado, criticado y amado por diferentes sectores del progresismo y del no-progresismo. Esa me parece su principal virtud política, como "funcionario político" si es que finalmente podemos llamarlo así.
Con la Corte, reconozco lo que hay que reconocer, con lo positivo de sus fallos como el que acaba de sacar sobre Abortos No Punibles. Me parecen esfuerzos dignos de ser reconocidos pero por otro lado hay que tener en mente el volumen de casos de la CSN. Muchos que ni conocemos porque quedan en ese número fantasma de 6000 a 10000 fallos/casos que ni leemos ni podemos leer. ¿Qué pasa ahí, 280 o fallos ejemplares pero desconocidos?
No pude hacerlo antes pero menciono cinco contrapuntos al discurso:
1. El Estado de Derecho en el Poder Judicial. La Corte, como GA dice, puede hacer política pública en todo el Poder Judicial. Puede, pero la verdad es que constitucionalmente el órgano para hacer política pública y abierta en el poder judicial es el órgano más plural (abogados, jueces, políticos, académicos y representate del PE) que es el Consejo de la Magistratura. (Art 114 CN). El órgano de Gobierno, Reglamentación, Disciplina y Administración es el Consejo, no la Corte Suprema ni su Presidente. La Reforma de 94 le sacó esa facultades, quitó la superintendencia. Y la Corte hace tiempo ha decido con su actuar y sus silencios "desequilibrar" esa tensión política nacida en los 90's y conferirse esos poderes después de la reforma del Consejo de la Magistratura de 2006. Para eso funcionó una alianza coyuntural muy fuerte.
Se puede decir que mientras en el discurso se habla de equilibrios, ahí hay un equilibrio que la Corte rompió y en su actuar parece muy "Presidencialista", si quieren. Es el presidencialismo fuera del presidencialismo. En la Corte también hay presidencialismo. Hay concentración de poderes en la Corte y el consejo de la magistratura aparece como eñ órgano debilitado. Si se quiere "una política judicial" más abierta y transparente hacia el mismo Poder Judicial eso se da en órganos colectivos y plurales. El Consejo -bien diseñado, inclusivo- podría ser eso, debería ser eso.
Quizás LA política pública a realizar en el Poder Judicial es mejorar la función judicial a través de un proceso más público y mejor de selección de juezas/ces. Eso implica: Volver a discutir el Consejo y una de sus funciones (pero no la única), proceso de selección. E implicaría reconocer que la Corte ha debilitado al Consejo para fortalecerse a sí mismo, específicamente -pero no sólo- con los recursos que maneja.
1.b. El CIJ, es una política de comunicación muy importante, pero sería ideal que sea coordinado por un espacio colectivo más abierto (donde participan Abogados, Jueces, Políticos y Académicos) sino la Corte maneja la agenda comunicacional del espacio judicial que es un espacio donde intervienen no judiciales y otras esferas judiciales (ajenas a la CS). Por eso, al pluralismo me parece hay que llevarlo a la práctica. Ahí la representación colectiva (jueces, abogados, empleados judiciales, académicos, políticos, la sociedad) sirve más que la individual y jerárquica (la Corte).
2. Y por eso justamente, que haga política pública en el Poder Judicial para toda el mundo judicial quizás complica el hecho que las "Políticas Públicas" que hace la Corte con sus fallos. Limitando a todo poder, como dice el discurso. Y en eso, desde el fallo "García Méndez" hasta el ambiguo e impreciso "Arriola" pasando por la decisión política de abandonar el seguimiento del fallo "Verbitsky" que impactaría contra la política de seguridad /carcelaria de Scioli me parecen decisiones contradictorias al discurso de "los derechos". Esas decisiones, entre otras. No hay más débiles que aquellos que están en la cárcel. Si la Corte tomó un habeas corpus y abrió una instancia, y después decide abandonarla, ahí me parece que contradijo su discurso directamente y frontalmente.
3. Ni hablar de las políticas más profundas hacia dentro de la Corte. Cuántos secretarios hay en la Corte? Cuántas causas hay? Los jueces de la Corte Suprema leen lo que firman? Pueden materialmente leer y estudiar el volumen de casos que tienen? Eso también es hacer políticas públicas, comenzando por la misma institución que debe dar el ejemplo y ser modelo en un esquema centralizado.
4. Tengo que mencionar la dificultad que hay con las situaciones de Fayt y Petracchi por diferentes razones, ambos jueces que gran parte de la doctrina reconoce su trayectoria "positiva" en la Corte. Fayt está cerca de los 94 -si ya no los cumplió- y Petracchi tiene 76 lo que implica que se le aplican las generales de la ley según el artículo 99 inc. 4 que podría hacer cumplir con una audiencia en el senado o buscando una excepción judicial (que se le ha otorgado en sede judicial inferior), pero esa situación es, al menos, irregular.
5. Finalmente, dos ideas: 5.1. Al hacer una apertura del año judicial también pueden listar todos los casos que van a decidir durante el año. La Corte Suprema de Estados Unidos, entre otras, lo hace y eso permite un poco de previsibilidad para todos y un manejo "no político" o "equilibrado" de los tiempos judiciales. Un compromiso a decidir (quizás con audiencias) casos de interés público por ejemplo.
5.2 Sería muy positivo escuchar otras voces en la Corte y que el discurso no sea del Presidente sino de otros miembros que tienen un perfil público menos reconocido y cuyas voces no han sido casi escuchadas en el espacio público. Eso podría reforzar el hecho de "la Corte" y no de los jueces. Porque es difícil hacer funcionar como un orquesta a un grupo de solistas.
Hay muchos aspectos positivas, del discurso y de la Corte. Si tenemos que hablar de las buenas -que reconozco- lo hago, aunque también me parece que debemos marcar las contradicciones, promesas incumplidas y las aristas que hay que mejorar no sólo en el discurso sino en la práctica. Muy tranquilo estuvo el 2011 para la Corte Suprema. Quizás el 2012 sea un año para pedirle constructivamente más.
Lean esta nota de Eliseo Verón, acá en Perfil. La copio a continuación. A falta de fotos propias -dado que estamos en computadora ajena- copio algunas que encontré -entre otros- en el sitio del Presidente de la Corte, acá.
Mañana la comentamos.
"Gracias Doctor Lorenzetti" por Eliseo Verón
El discurso del presidente de la Corte Suprema, quien inauguró el pasado martes el año judicial, tuvo una repercusión importante, con las características normales de toda cobertura mediática: interpretaciones cruzadas, discusión sobre implícitos y explícitos, y hasta una ulterior corrección del propio doctor Lorenzetti a propósito de una columna en el diario La Nación, donde se habrían “descontextualizado” sus palabras sobre las acciones del Estado contra los que “piensan diferente”. En este diario, y no hace mucho, me referí al problema que plantea la objeción de la “descontextualización”: citar algo que alguien dijo es por definición descontextualizar.
No descontextualizar supondría reproducir íntegramente lo dicho por todas las personas públicas que son objeto de noticia en un momento dado, lo cual es imposible para cualquier medio en cualquier soporte (¡piénsese por ejemplo en las tres horas y cuarto del último discurso de la señora Presidenta ante las Cámaras!).
Argumentar la descontextualización es entonces insuficiente, pero hay sin duda buenas y malas descontextualizaciones. Un aspecto clave para interpretar el discurso del doctor Lorenzetti es la cuestión de determinar cuándo está hablando del Poder Judicial, al que específicamente representa, y cuándo sus palabras pueden ser entendidas como comentarios más generales sobre la situación política y las instituciones en el momento actual (o ambas cosas al mismo tiempo).
Ahora bien, en la introducción, el presidente de la Corte le dio a su discurso un alcance muy amplio, subrayando “la necesidad de hablar de las cosas importantes que exceden a la actividad judicial”. “Es necesario también un diálogo profundo con los demás poderes del Estado, para que hablemos de aquellos problemas que desde hace años nos preocupan.” La amplitud del encuadre de lo que iba a presentar es entonces inequívoca. (Dicho sea de paso –por lo que pude razonablemente chequear–, ningún medio subrayó esta operación inicial del doctor Lorenzetti, que definía claramente el alcance de sus palabras.)
Es por lo tanto en ese marco, trazado sin ambigüedad por el propio enunciador, que se pueden (y se deben) interpretar las rotundas observaciones que se fueron engranando en su discurso. Sólo puedo retomar algunas, por razones de espacio. Rechazo explícito de la ley aprobada por el kirchnerismo en diciembre: “La Ley Antiterrorista ha sido ampliamente criticada y nosotros nos hemos sumado a esa crítica”.
Una secuencia de señalamientos sobre la situación: “Debe haber un equilibrio de poderes. Los jueces deben proteger a los individuos y se deben evitar los abusos de toda clase de poder”. “Tenemos que escuchar a todos. Es mejor la inteligencia colectiva que la individual. Queremos que todos los jueces y juezas tomen en cuenta: abrir, dar participación; es la mejor manera de que nos equivoquemos un poco menos.” “Nosotros tenemos una extraordinaria tendencia a que los problemas no se solucionan, se trasladan.” “Evitar que los discursos sobre los problemas sustituyan a las soluciones.” “No es bueno que la sociedad vea que los dirigentes se pelean y que sus problemas no se solucionan.” “Necesitamos maduración y hablar de políticas de Estado, que solucionen los problemas que aquejan a la gente común que todos los días va a trabajar.” A propósito de la idea de gobierno abierto: “La concentración de las decisiones no puede ser un modo de actuar en nuestras instituciones”. “La crítica es parte de la libertad de expresión y no debe ser censurada.” “No se puede perseguir desde el Estado al que piensa diferente.” Esta observación motivó la desmentida a la que aludí más arriba: el doctor Lorenzetti precisó que estaba hablando del terrorismo de Estado y no del Estado argentino hoy, y que sus palabras habían sido “descontextualizadas”. Vale.
Me permito simplemente señalar (y esto por supuesto es ajeno a las palabras del doctor Lorenzetti) que un columnista en un diario –de cuyo nombre no quiero acordarme– a propósito del discurso del presidente de la Corte calificó los comentarios de los medios opositores de “terrorismo sintáctico”. En eso estamos.
El doctor Lorenzetti hizo muchas otras observaciones que merecen el aplauso, en particular sobre el principio de igualdad, sobre la exclusión social y el “gran desafío” que representan los que “están fuera del sistema”. Sólo me queda espacio para el agradecimiento: raro momento en el que las palabras de un funcionario del Estado permiten imaginar otro país.
Para el pueblo, para todos ustedes, siempre lo mejor. En este caso, dos versiones de lo mejor. Una acústica. Otra eléctrica.
Sumamos a la lista de músicos de la banda zorn al gran amigo de la Argentina el guitarrista Marc Ribot (sin sus cubanos), al percusionista brazileño Cyro Batista, al carismático Trevor Dunn (que estuvo en Argentina con Mondo Cane en Agosto pasado), a Jamie Soft en teclados y Ken Wollesen en vibráfono. Obviamente es increíble lo que toca -otra vez- Joey Baron.
El Jueves 15 el teatro Coliseo recibe a uno de los más importantes músicos de jazz de los últimos tiempos junto a varios de los mejores músicos de los últimos tiempos como Joey Baron en batería y Dave Douglass en trompeta.
Convocatoria para el primer número de esta muy buena y nueva revista: Law, Ethics and Philosophy. Felicitaciones a los editores y lo mejor!
Anuncios - NH 2012
Law, Ethics and Philosophy (LEAP) is a new peer-reviewed international journal dedicated to work in ethics, legal theory, and social and political philosophy. It welcomes clear, rigorous and original sub- missions addressing concrete issues of public concern as well as more abstract theoretical questions. It also has the distinctive aims of (a) fostering work drawing on a variety of disciplines within the social and natural sciences, including biology, economics, history, and psychology; and (b) promoting dialogue between the Anglophone and non-Anglophone worlds. We invite submissions of articles up to 10,000 words, discussion notes up to 5,000 words, and replies and exchanges not exceeding 3,000 words. All published submissions will be subject to double blind review, and the journal will notify authors of submitted pieces about the progress of their submission within six weeks. Although LEAP accepts exclusively submissions in English the journal strongly encourages submis- sions from authors who also write in languages other than English, and will always strive to ensure that their work is assessed on the basis of its content and not primarily its mode of expression. Where necessary the editorial process provides such authors with guidance regarding matters of English style. The journal is published digitally by Marcial Pons, the leading publisher of analytical legal philosophy in the Spanish-speaking world. Volume I will include articles by Kasper Lippert-Rasmussen, Thomas Pogge, and Michael Smith, and be an open-access sample publication. Submission of a manuscript to LEAP is understood to imply that the manuscript is offered for first publication in LEAP and that no version is under consideration by any other journal or publisher. This guideline does not rule out submissions published as working papers or posted electronically on the author’s personal website or for circulation at a conference. Papers should be submitted as WORD or PDF documents and composed in a twelve point font. First submissions should not contain acknowledgements or any information that could identify the author to reviewers. Submissions should also be edited carefully to contain no more words than necessary. Papers should be accompanied by a separate WORD or PDF document containing a title and word count, an abstract of less than 250 words, five keywords, the author’s contact details and affiliation, and a short biographical note.
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En días que hablamos -y con razón- sobre trenes, subtes, docentes, paros y traspasos, sólo puede parecer un eco volver a hablar de los vetos ejecutivos. Por eso, con la debida aclaración, copio dos notas que me hicieron/publicaron hace ya un tiempo. Me parecía mejor invitar a conversar, si eso es postear en un blog, de otros temas la semana pasada, otros temas más urgentes.
Andy in the streets - NY 2012
Entonces, por un lado tenemos los extractos de una consulta/entrevista -más larga- que me hicieron acápara la web de Política Argentina. Cualquier que me haya tenido en una clase durante un cuatrimestre -o incluso las primeras cuatro/cinco clases- podrá encontrar ideas familiares más allá de las comillas de la nota. Y por otro lado el artículo de Buenos Aires Económico, acáy a continuación, en la misma línea sobre la discusión de la legalidad y la legitimidad del veto ejecutivo a partir del caso de la ciudad de Buenos Aires.
Legalidad y legitimidad del veto ejecutivo.
En los últimos tiempos se han intensificado las preguntas sobre la legalidad e ilegitimidad del veto ejecutivo en la Ciudad de Buenos Aires. Para hacer un análisis completo separemos el plano constitucional del plano político.
En lo estrictamente constitucional, el Ejecutivo tiene la facultad de vetar las leyes, y esa facultad, aunque criticable, aunque pueda ser muy antidemocrática, está constitucionalmente reconocida. Su uso abusivo podría ser declarado inconstitucional por el Poder Judicial o podría contrapesarse desde la propia Legislatura porteña con mayorías especiales. Sin embargo, hay una debilidad considerable tanto del Poder Judicial como de la propia Legislatura –con la mayoría oficialista y sus aliados coyunturales– para contrapesar al Ejecutivo. En este caso, la fortaleza del veto es directamente proporcional a la debilidad de los otros actores institucionales.
Las más de 100 leyes vetadas pueden constituir un abuso en el ejercicio de su potestad como jefe de Gobierno. El veto es una facultad institucional excepcional y en el caso de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, está supeditado a los fundamentos que debe dar el Ejecutivo, pudiendo éstos ser controlados judicialmente. Estamos ante la misma situación que con los decretos de necesidad y urgencia a nivel nacional o provincial. Si se usan cotidianamente, la excepción se vuelve la regla y la regla –no vetar, no decretar– se vuelve la excepción.
La regla es que la voluntad más democrática, en un espacio multipartidario, con debate e inclusión de todas las voces, es la que sanciona las leyes. Y esa voluntad se desarrolla en el órgano más amplio, representativo y deliberativo: la Legislatura. Si el veto es de uso cotidiano, la excepción se transforma en la regla, y el Ejecutivo neutraliza la actividad legislativa del órgano más amplio y democrático que tiene el marco institucional de la Ciudad.
Muchos se preguntan si tendrá un impacto en la calidad institucional. La legalidad del veto se decidirá en sede judicial o legislativa posterior, pero es obvio que hay una fuerte ilegitimidad del veto y que el extraordinario número impacta en la calidad institucional. En muchos casos, los vetos se aplican a leyes votadas con amplios consensos partidarios, productos de esfuerzos políticos y después de arduo trabajo legislativo, entre mayorías oficialistas y opositoras.
La legitimidad de un veto ejecutivo es dudosa frente a una ley sancionada por una mayoría transversal, multipartidaria y que pretende regular derechos humanos reconocidos por la Constitución de la Ciudad. Eso es lo que hace al veto una herramienta ilegítima en términos políticos y un ejercicio de poder, en principio, antidemocrático.
A todo esto tenemos que agregar dos aspectos complementarios. Primero: el veto neutraliza un trabajo legislativo en comisiones, con reuniones y sesiones que, de conocerse la oposición del Ejecutivo, no tendría sentido llevar a cabo salvo con una mayoría sólida y preparada para insistir ante un posible veto. Ese esfuerzo legislativo no es menor y queda neutralizado por los vetos sorpresivos y numerosos.
El segundo aspecto complementario tiene que ver con los grupos de lobby. La capacidad de los grupos de lobby es mucho mayor en el Ejecutivo que en el Legislativo, aunque en éste también exista innegablemente. En el análisis institucional se suele mencionar a los Ejecutivos como “más sensibles al lobby” que los Legislativos. Esto se da por una simple razón: en el mejor de los casos, es mucho más fácil persuadir o influir a una persona, el Ejecutivo, que a un órgano colectivo, multipartidario y plural como el Legislativo. Por eso, los vetos en general pueden tener que ver –aunque no siempre– con una estrategia de presión de grupos o corporaciones con una medida legislativa que afecta sus intereses. En estos casos, los intereses de corporaciones podrían ser protegidos por un veto Ejecutivo, en caso de ser afectados por una ley sancionada por una mayoría en la Legislatura y la voluntad de la sociedad representada en el Legislativo contradicha por la negativa Ejecutiva. Obviamente, esto refuerza el carácter antidemocrático del veto fomentado por grupos de interés y minoritarios.
Esta nota de Mario Wainfeld en P/12 de hoy, acá, me hace pensar en algunas razones políticas y estratégicas para la judicialización de temas como Ley de Medios, Subtes/Trenes, caso Vivienda en CABA, abortos no punibles y las cuestiones de competencia originaria en Formosa y Jujuy, o hasta el último caso de Salta y la educación religiosa en Escuelas Públicas.
Las escribo como vienen, sin jerarquías, pensando en voz alta, a teclado intempestivo. Son todas más que discutibles, tentativas, quizás hasta reiterativas, poco originales. Las anoto antes de que vuelen.
Judicializar puede significar
1. Alargar los plazos, permitiendo más negociaciones, más política,
2. Enfriar el proceso de decisión y retirar del campo político más pasional y visceral,
3. Dilatar la resolución del conflicto en el tiempo, postergarlo para decidirlo o para archivarlo,
4. Trasladar costos al Poder Judicial. Tomar decisiones que los órganos políticos no quieren tomar por sus costos mediáticos (aborto, estupefacientes, etc),
5. Rechazar y cerrar el debate: Impedir una decisión de fondo de dos formas diferentes. Primero con un rechazo directo y -eso es el famoso sello 280, sin dar razón alguna- y fin del debate,
6. Ocultar la decisión -segunda- en extensión o ambigüedad. Puede ocultarlo con un fallo de miles de páginas donde se resuelve el fondo con gran ambiguedad y muchas citas variadas pero inconsistentes,
7. Vestir una decisión política con ropajes de tecnicismos de la Ley, especialmente procesales.
8. Construir agenda. Judicializar para construir una política de desgaste del gobierno/capitalización de protagonismo en los tribunales, en los medios, a través de las denuncias, etc. etc. Judicializar para protagonizar.
9. Legitimar. Judicializar para legitimar. Al mismo tiempo que la Corte o los tribunales pueden legitimar con sus fallos políticas centrales de un gobierno a pesar de dudosa constitucionalidad,
10. Estabilizar. Judicializar como forma de estabilización de una crisis institucional "La justicia lo investigará..." y después vemos. Judicializar para sedar.
Un uso estratégico de los tribunales hacen que el Derecho y las disputas judiciales sean disputas políticas por otros medios. Cuánto de legal tienen la política, cuánto de política tiene el Derecho y el Poder Judicial, lo dejamos para otro día de discusión eterna. Salud!
El 15 de Marzo John Zorn llega a Buenos Aires, acá. En esta ocasión viene con otra música, con otro registro, viene con su serie Masada que incluye a uno de los mejores trompetistas Dave Douglas, Greg Cohen en el contrabajo y uno de los mejores bateristas de jazz contemporáneo y miembro de la vieja guardia neoyorkina: Joey Baron.
Nada mejor que introducirse al mundo de John Zorn con una de sus más intensas bandas: Naked City (1988-1993). Veinte, veinticinco años después. Para los que criticamos los personalismos, recordemos que la banda -más allá de Zorn- incluyó al gran guitarrista Bill Frisell, al multinstrumentalista y acá bajista inglés (no, alemán, ejem) Fred Frith -también reconocido por ser parte de Henry Cow-, al enormísimo baterista pulpo Joey Baron y al talentoso tecladista Wayne Horvitz (escuchen Zony Mash!). Todos hoy enormes y reconocidos músicos se acompañaban en Naked City. Esos fueron los fijos. Invitados que pasaron con gritos descomunales: Yamatsuka Eye y el grandísimo Mike Patton, completan una de las bandas más complejas e interesantes del jazz.
El concierto: La introducción del concierto es dura para los que se formaron escuchando Bandana o al hermano de Susana Giménez, pero si la superan y le dan una oportunidad, hay un mundo musical de infinita riqueza por descubrir en la banda, en cada músico y en su versátiles discografías. El video me lo regalaron en DVD hace años. Alguien lo subió acá. Imperdible! Enjoy y salud!
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