sábado, 11 de febrero de 2012

La poesía de Luis Alberto Spinetta / Unplugged / Dirty Three - Nick Cave


Sin duda, hay músicos que escriben poesía sin palabras...



y hay poetas que escriben música con palabras. 

Spinetta fue un puente viviente entre esos dos mundos tantas veces diferenciados y desconectados. Estos dos poemas que recordamos y transcribimos acá son -según entiendo- parte del único libro de poesía publicado por Luis Alberto Spinetta, "Guitarra Negra" de 1978. Curiosamente, mismo título de tema/poema/milonga de otro gran poeta de la guitarra, el gran Alfredo Zitarrosa.

Acompaña un tema que me hizo acordar al legado viviente de Spinetta: "Sea above, Sky below" de Dirty Three, (acá más info). Salud!

- El músico.

Acongojado llora
con sus débiles dedos
la furia y el odio
y el lodo
que fue su origen.

Las cuerdas de su instrumento
como míseros revólveres
o quizá tendones de un dios ebrio,
cantan.
Y es sólo penumbras
el despertar de su hora tardía.
Y es sólo tiniebla
el entornar pequeño de sus ojos.

El músico está allí
donde el dolor no puede confundirse
con los ecos del demonio.

El músico es por fin
la tenebrosa ansiedad
de no volverse loco por el tiempo.
La vida que no recuerda nada,
el antiguo reloj en el
que cayeron las lluvias.

Su soplido, fresco rechinar del abismo, cae.
Y su cuerpo de quimera y cárceles
va ensordeciéndose del cielo,
y quejándose de la soledad
que pudo por lo menos haber sido incomprensible.

Y así se materializan
los pensamientos del músico
como cruces que se encuentran
acostadas en el vientre.

Y las locas guirnaldas
del verano entreabren su pudor
Y se escucha el sonido.

- Ave Fénix

En lo que recuerdo que era mi cara
veo sólo una inmensa hoguera.
Mis labios ya secos por el intenso bramar
y una palabra gritando en el cielo quemado.

En aquella forma perdida de la que recogí mi cuerpo
vi estremecimientos involuntarios y gestos de miembros
vacíos.
Vi una eterna fila siguiendo cadáveres que se bañaban.
Oí una estrepitosa maquinaria sin silencio.

Entre mis petates encontré luego una carta mojada
y deshecha.
Eran las plumas del pájaro que vuela sólo una vez.
Toqué pulmones de su hálito,
imágenes con vísceras de su exhalación carnal y primera.

Y vientos nacarados y resquebrajados infinitas veces
ante la violencia de su nacimiento.

Luis Alberto Spinetta. Extractos de Guitarra Negra (1978), acá.

4 comentarios:

  1. Hace algún tiempo, salió una placa con 3 y luego 4 CDs de temas de Spinetta, interpretados por músicos y bandas under.
    Entre medio de esos temas, aparecía este poema de Ricardo Arriagada

    Maldita Láura
    Laura va/Para ir

    Maldita Láura
    El la hubiera encendido
    y con el hubiera bebido esas perlas de cristal
    que caen del alero un mes de marzo
    Maldita Láura
    Si al menos hubiera atendido sus posibilidades
    el habría construido sombras chinescas en paredes ilusorias
    o la hubira imprecionado con sus magníficos aros de humo
    o le hubiera regalado raras flores rojas oliendo a incienso
    y claro... que de haberlo asi deseado
    aun hoy colgaria origamis, puro papel oscuro
    leeria cartas de amor con excesos de todo tipo
    y seria besada en horarios de misa
    Pero Laura elijio otra direccion
    De manera que el fuma solo ahora que anochese
    Ahora que Laura va... Para ir

    Las restantes poesías, como esta, imperdibles.

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  2. Spinetta jamás admitiría en Tribunales, un membrete hecho hombre, una máquina gastada con tensas letras arrojadas hacia el olvido. Tampoco entendería justificado un "desglose", un "archivo".
    Apenas recordaría al "Juez" al que Nietzsche describió en "El pálido delincuente".
    Y le cantaría, encriptado, que no oculte más su verguenza; que no exhiba todo el tiempo esa otra humanidad, tan tribunalicia, tan corpórea, tan de látigo, que convierte en "verdad material" cuando llama al polvo "mentira".
    Spinetta siempre fue otro idíoma; idioma que mutaba en un dibujo, como un multicolorido único color, como una única forma en que la paz se escribe en forma de sentencia, que es CON AMOR.

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  3. El pálido criminal o Del pálido criminal, no? en Así habló Zarastustra. Muy recomendable lectura. Saludos. L.

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