domingo, 19 de febrero de 2012

Exilio y Mauricio Kagel: Dressur en New Haven


Estuve tres semanas visitando una primaveral -gracias calentamiento global- New Haven. Tres nombres vienen a la mente en un orden arbitrario: César Pelli, Carlos Nino y Guillermo O'Donnell. Quizás también, por deformación profesional, se cruzaron Juan Linz y Robert Dahl, grossos, viejitos, clásicos. Pensé en varias amigas y amigos que estuvieron por acá, de una u otra forma, trabajando y estudiando. 



Y pensaba en el exilio, específicamente, en el caso de César Pelli, acá de Tucumán a New Haven. Un viaje intergaláctico. Un final feliz para Pelli. Otro argentino exitoso, exiliado. Eso me hizo pensar, abismo mediante, en otros tipos de exiliados. Por ejemplo, en todos los ecuatorianos que hacen que New Haven tenga una gran comunidad ecuatoriana y un consulado ecuatoriano en pleno centro de la ciudad. Pienso, también, en este Intendente de "East Haven" al que le preguntan cómo va a resolver los graves problemas que tiene con la comunidad latina en la ciudad -problemas de violencia policial contra latinos- y le dice "voy a comer tacos", ver acá. Una de las clínicas de la Escuela de Derecho de Yale llevaba el caso por el cual el FBI intervino la policía local por la selectiva persecución a la comunidad latina. Posteriormente, cuando el Intendente/Mayor designó como vocero latino a un puertoriqueño en una comunidad de abrumadora mayoría de mexicanos y recibió cierto reparos no muy contento los increpó preguntando "¿Qué? ¿No es suficientemente oscurito, morocho para ustedes?"

No dejé de pensar y atar cabos con el exilio, los exilios: El de Pelli, de los ecuatorianos, de los mexicanos de East Haven, los exiliados académicos y económicos -hasta diría el inmerecido exilio de Don Gilberto Manhattan Ruiz- hasta que encontré este gran video del Yale Percussion Group haciendo el clásico "Dressur" (1977) de Mauricio Kagel. Y ahí apareció Kagel como otro exiliado, como tantos otros exiliados, los viejos y los nuevos.

No quiero profundizar en el exilio, en las frases comunes, en la reacción superficial de tirar responsabilidades y viejos sentimientos de potencialidades nacionales frustrados, denunciando fugas de cerebros. Lejos de eso. Solamente son cosas que conecté mental, arbitrariamente. De todas formas, es importante pensar el exilio para evitarlo o para enfrentarlo.

Volvamos mejor a Kagel. De paso, si no vieron el muy buen documental "Süden" pueden ver el trailer acá y si no conocían a Mauricio Kagel pueden escucharlo por ahí y leer más por acá.  Salud!

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